En un ecosistema dominado por la bachata, el merengue y el dembow —ritmos que gobiernan el imaginario musical de la República Dominicana— Óscar Chabebe se posiciona como una figura poco convencional. Su propuesta va a contracorriente de estos géneros tropicales de alta energía. Su música nace en el corazón del Caribe, pero su brújula sonora apunta hacia otras latitudes más introspectivas y etéreas.
Chabebe no busca encajar: escucha su voz interior, guiado por intuición, sensibilidad y una fuerte pulsión creativa. Su música, difícil de etiquetar, bebe de muchos géneros y culturas, no para rendirles tributo, sino para construir un lenguaje propio. Por eso, más que hablar de “género”, podríamos hablar de “gesto punk” en su obra: no en lo sonoro, sino en la actitud. Rebeldía, crítica social y una independencia férrea marcan su camino.
Multiinstrumentista y artista visual, Chabebe también ha demostrado su talento en el campo de las artes plásticas, destacando con sus poderosos collages. Recientemente participó en una exposición colectiva en el Portal Cultural de la Zona Colonial de Santo Domingo. Esta temporada, sus seguidores estamos de suerte: además de sus obras visuales, lanza un nuevo EP que promete expandir su universo sonoro.
Tuve el placer de conversar con él sobre su música, su proceso creativo y la escena local. A continuación, comparto la entrevista completa para que se adentren en el particular universo de Óscar Chabebetambién conocido como Reptiles Reptiles..
Entrevista a Óscar Chabebe aka Reptiles Reptiles
por Juan Butten
1. Óscar, naciste y creciste en el Caribe, un lugar que muchos asocian con ritmos cálidos y percusión viva. ¿Qué te llevó a explorar el ambient, un género tan introspectivo y etéreo?
Sobre todo, la existencia de Brian Eno y Jon Hassell. También, que la música comercial siempre me ha parecido sumamente aburrida y predecible. Por supuesto, hay excepciones y genios en todos los géneros, pero es como los molondrones: si no te gustan, no te gustan. Además, el tema del amor y desamor me parece que ya se quemó en el medioevo. No siento que tenga nada nuevo que decir ahí.
2. ¿Recuerdas alguna experiencia específica en tu infancia que te haya acercado a este tipo de sonido?
Absolutamente. Sigo escribiendo sobre esas experiencias: el sonido de las gomas del carro en la autopista George Washington rumbo a Las Américas, mi padre escuchando música brasileña en un cassette gastado, el azul del mar al lado, los cocoteros pasando rápido… También, el ambiente en Andrés, Boca Chica, con las matas de algodón, o el cielo estrellado de Juan Dolio en los 80. palos Y los palos que se escuchaban a lo lejos en mi casa en Arroyo Hondo cada Semana Santa. Todo eso está en mi música.
3. ¿Sientes que hay algo del Caribe en tu música, aunque no sea evidente?
Sin dudas. Solo en Simple Music hay merengue, gagá y bolero tropical.
4. Háblanos de tus influencias. ¿Qué músicos han marcado tu manera de entender el ambient?
Brian Eno y Jon Hassell son pilares, claro. Pero realmente no soy un estudioso del género. Escucho más música folclórica de diferentes partes del mundo. The Orb y los primeros discos ambient de Aphex Twin también me marcaron.
5. ¿Artistas dominicanos que hayan influido en tu obra?
Tocaba batería con José Duluc y Palo Nuevo. Duluc fue alumno de Luis Terror Días, a quien considero un fenómeno humano aparte. Sigo como productor de Duluc y estamos cocinando cosas nuevas, aunque no estrictamente ambient. Pero siempre recuerdo a mis amigos Luis y Duluc cuando compongo. Hay una sabiduría local que no se olvida.
6. ¿Cómo es tu proceso creativo?
Trabajo rápido. Odio las segundas tomas. A veces empiezo con un drum machine de un teclado de juguete y grabo todo de un tiro. Luego agrego capas con otros instrumentos que reaccionan a la primera. Hay mucha “arquitectura” en eso. En mi último EP, El Fin de Santo Domingousé grabaciones de campo que hice para el cortometraje Plaza Juan Barón.Uso equipos viejos, sintetizadores, guitarra, bajo, batería, melódica…
7. ¿Qué papel juega el silencio o el espacio en tu música? ¿Dirías que tiene algo de espiritual?
Todo. Y sí.
8. ¿Qué diferencias hay entre crear ambient en el Caribe y en lugares donde el género tiene más tradición?
Solo he tenido una experiencia fuera, cuando EdgeZones me invitó a Miami. Fue durante el COVID, había poca gente, pero fue increíble. Visité museos que también inspiraron mis collages. Un amigo japonés escuchó el performance y me dijo: “You can feel the city”. Con eso supe que había hecho lo correcto.
9. ¿Sientes que tu entorno geográfico choca con tu identidad sonora o la enriquece?
Ahora veo el ambient como el punk caribeño. Aquí la cultura sonora es caótica e inatenta; el ambient es lo contrario.
10. ¿Cómo recibe tu comunidad local tu propuesta?
No creo que haya más de 40 personas a las que les guste mi música aquí, jajaja. Pero me llevo bien con ellos.
11. ¿Qué puede aportar el ambient al Caribe contemporáneo?
Puede ayudar a contrarrestar la imagen falsa y comercial de esta isla. Como si todos aquí solo estuviéramos para sonreír y complacer turistas.
12. ¿En qué estás trabajando ahora?
Estoy grabando cosas muy lo-fi, con teclados de juguete Yamaha y kalimbas. Construí una estación portátil de madera que me permite moverme. Busco lugares insólitos para crear: intersecciones caóticas, espacios aislados… lo que surja.
Óscar Chabebe es una rareza necesaria dentro del panorama sonoro dominicano. Su música no solo amplía los límites de lo que entendemos como "caribeño", sino que también propone una forma de habitar el mundo desde el sonido: una más libre, más honesta, y radicalmente personal.